PREMIOS CONCURSO DE MICRORRELATOS
Os ofrecemos uno de los relatos ganadores del concurso de microrrelatos, esperamos poco a poco poder ir incorporando los demás y que gocéis de su lectura. :)
SOY RUTINA
Tengo sueño mucho sueño, me levanto a las 5 de la mañana
para ver como empieza mi día... o quizás ya pasó... da igual son todos iguales
no hay ningún cambio. Repito mi misma rutina de siempre, taza en mano y abrigo
ya abrochado decidido a dar el ultimo sorbo... demasiadas ganas de dar ese
último sorbo, cada vez quedan menos y lo peor siempre idénticos. Dejando caer
los hombros sobre el respaldo de cuero del asiento de conductor veo como sigo
perdiendo minutos y horas delante de un volante... y coches y coches que no
avanzan, a veces me pregunto cuánto tiempo y lo peor, lo útil que habría sido
fuera de estas horas muertas y perdidas. Bueno así es como se decide vivir o se
te condiciona, a pesar de todo... lo importante es el dinero aunque a mí me
sirve de poco, antes de llegar a mi cuenta ya he pagado deudas y más facturas
así que pienso que gasto mucho pero también que cobro poco...¿o las dos?.Bueno,
que no me quejo, al menos tengo quien me cuida...aunque sea la seguridad social
pero algo es, por lo menos. Se mejora el día, al fin tras una hora y diez para
llegar al trabajo ¡esto es para enmarcar¡ se nota como nuestra querida policía
hoy no estaba en la carretera formando mas tapón aiis,que me parece a mí que me
voy a mi despacho...si tuviera y no fueran más que tres biombos mal colocados
con una mesa y un ordenador, si se le puede llamar si quiera eso. Así que aquí
trabajando y pasando ocho largas horas, que como siempre, bueno cuando hay
trabajo claro, atendemos a pequeñas reclamaciones por productos con mal
acabado,estado,funcionamiento o incluso a cara duras y torpes que buscan
cambios en sus productos cobrados al precio más alto y producidos al mínimo
precio. Tantas horas sentado se notan ,
como la edad, creo que debo ir a correr o un gimnasio pero carezco de tiempo y
dinero,sigamos con la rutina de quemar mis ojos,teclear y escuchar personas
.Quien piense que parar para comer es obligatorio es libre de ello para mi no
existe ese permiso, bueno sí, cogiendo la puerta y dándole en las narices a ese
jefe que exprime al máximo y más al trabajador, como me gustaría,pero aunque
esto no sea vida por lo menos haré algo, no llegaré a triunfar pero seguro que
marco algún camino y alguien lo verá y recordará, y si no... al menos me quedan
esos atascos, jornadas de trabajo y mi mala suerte que ya son muchas cosas, no
se puede pedir más. Pues eso adiós trabajo ,te veo en menos de 16 horas, si
llegaran a serlas, pero la verdad ¿vivimos para trabajar o trabajamos para
vivir? Personalmente yo ya ninguna, es más he de decir que si no fuera por mi
gran proyecto hace tiempo habría cambiado de vida... pero como toda gran obra
requiere grandes sacrificios y para mi la rutina es un gran sacrificio. La
mejor parte del día llegó, tengo mas de 2 horas libres que emplear en ese gran
proyecto, pensándolo ya son dos horas al día sin rutina, dos horas sin copiar
los días anteriores y bueno... voy a seguir con mi proyecto,lo llamo vida y
creo que últimamente la rutina me da poco tiempo para disfrutar de ella así que
no pierdo más tiempo escribiendo palabras que nadie apreciara como yo, pero son
mías y más que válidas. Que no os maneje la rutina.
LA ODA AL CAOS
Marcos García Flores (E1A)
Érase una vez,
en lo más profundo de un inhóspito bosque, yacían las ruinas de un inmenso
castillo medieval. Al igual que las pirámides, dicho monumento, tuvo una
historia, que comienza con la música y la alegría, pero acaba con el llanto y
la desesperación.
Nuestra historia
comienza en el año 500 a. c. en la
mágica ciudad de Flocceur (Francia),
gobernada por el gran y poderoso rey Francis Parisent. Todos amaban a su rey,
campesinos, soldados, hasta los animales le adoraban. Bueno… no todos. No muy
lejos de allí, vivía un viejo y harapiento trovador llamado René de la Course que detestaba al rey con todo su corazón por haberse desposado con su hija de 17 años,
sin previo aviso, fugándose cuando él dormía.
Hacía ya tres años, que el trovador había
estado alimentando su odio hacia el rey, así que decidió partir al castillo,
con la compañía de su fiel laúd, presto a darle al rey, y a todo Flocceur, una lección que jamás podría
olvidar.
Un día, en la corte, miles de personas, tanto
nobles como plebeyos, danzaban al son de la música, luciendo sus mejores galas,
festejando el día de la música. Cientos de músicos y de trovadores tocaban,
alegrando al rey, y a su amada esposa pero de pronto, René se presentó sin
decir palabra alguna, agarrando una silla, y tocando una tétrica obra. Cuando
hubo de terminar, se levantó, y exclamó.
-
¡Se apiade Dios del alma de mi amada hija, y de todos
vosotros, rebaño infiel!
Después se fue,
y no se supo nada de él. Los próximos días, todo parecía ir bien, hasta que, el
desastre se apoderó de Flocceur, la conocida peste negra, terremotos, y la
erupción del volcán Montferrier . Los supervivientes, emigraron al norte, y
fundaron una gran ciudad en honor a su difunto rey, llamada París.
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