miércoles, 9 de mayo de 2012

CONCURSO DE MICRORRELATOS

PREMIOS CONCURSO DE MICRORRELATOS

Os ofrecemos uno de los relatos ganadores del concurso de microrrelatos, esperamos poco a poco poder ir incorporando los demás y que gocéis de su lectura. :)

SOY RUTINA

Alejandro Mora E3A








Tengo sueño mucho sueño, me levanto a las 5 de la mañana para ver como empieza mi día... o quizás ya pasó... da igual son todos iguales no hay ningún cambio. Repito mi misma rutina de siempre, taza en mano y abrigo ya abrochado decidido a dar el ultimo sorbo... demasiadas ganas de dar ese último sorbo, cada vez quedan menos y lo peor siempre idénticos. Dejando caer los hombros sobre el respaldo de cuero del asiento de conductor veo como sigo perdiendo minutos y horas delante de un volante... y coches y coches que no avanzan, a veces me pregunto cuánto tiempo y lo peor, lo útil que habría sido fuera de estas horas muertas y perdidas. Bueno así es como se decide vivir o se te condiciona, a pesar de todo... lo importante es el dinero aunque a mí me sirve de poco, antes de llegar a mi cuenta ya he pagado deudas y más facturas así que pienso que gasto mucho pero también que cobro poco...¿o las dos?.Bueno, que no me quejo, al menos tengo quien me cuida...aunque sea la seguridad social pero algo es, por lo menos. Se mejora el día, al fin tras una hora y diez para llegar al trabajo ¡esto es para enmarcar¡ se nota como nuestra querida policía hoy no estaba en la carretera formando mas tapón aiis,que me parece a mí que me voy a mi despacho...si tuviera y no fueran más que tres biombos mal colocados con una mesa y un ordenador, si se le puede llamar si quiera eso. Así que aquí trabajando y pasando ocho largas horas, que como siempre, bueno cuando hay trabajo claro, atendemos a pequeñas reclamaciones por productos con mal acabado,estado,funcionamiento o incluso a cara duras y torpes que buscan cambios en sus productos cobrados al precio más alto y producidos al mínimo precio. Tantas horas sentado  se notan , como la edad, creo que debo ir a correr o un gimnasio pero carezco de tiempo y dinero,sigamos con la rutina de quemar mis ojos,teclear y escuchar personas .Quien piense que parar para comer es obligatorio es libre de ello para mi no existe ese permiso, bueno sí, cogiendo la puerta y dándole en las narices a ese jefe que exprime al máximo y más al trabajador, como me gustaría,pero aunque esto no sea vida por lo menos haré algo, no llegaré a triunfar pero seguro que marco algún camino y alguien lo verá y recordará, y si no... al menos me quedan esos atascos, jornadas de trabajo y mi mala suerte que ya son muchas cosas, no se puede pedir más. Pues eso adiós trabajo ,te veo en menos de 16 horas, si llegaran a serlas, pero la verdad ¿vivimos para trabajar o trabajamos para vivir? Personalmente yo ya ninguna, es más he de decir que si no fuera por mi gran proyecto hace tiempo habría cambiado de vida... pero como toda gran obra requiere grandes sacrificios y para mi la rutina es un gran sacrificio. La mejor parte del día llegó, tengo mas de 2 horas libres que emplear en ese gran proyecto, pensándolo ya son dos horas al día sin rutina, dos horas sin copiar los días anteriores y bueno... voy a seguir con mi proyecto,lo llamo vida y creo que últimamente la rutina me da poco tiempo para disfrutar de ella así que no pierdo más tiempo escribiendo palabras que nadie apreciara como yo, pero son mías y más que válidas. Que no os maneje la rutina.




LA ODA AL CAOS

Marcos García Flores (E1A)



Érase una vez, en lo más profundo de un inhóspito bosque, yacían las ruinas de un inmenso castillo medieval. Al igual que las pirámides, dicho monumento, tuvo una historia, que comienza con la música y la alegría, pero acaba con el llanto y la desesperación.
Nuestra historia comienza en el año 500  a. c. en la mágica ciudad de Flocceur  (Francia), gobernada por el gran y poderoso rey Francis Parisent. Todos amaban a su rey, campesinos, soldados, hasta los animales le adoraban. Bueno… no todos. No muy lejos de allí, vivía un viejo y harapiento trovador llamado René de la Course  que detestaba al rey con todo su corazón  por haberse desposado con su hija de 17 años, sin previo aviso, fugándose cuando él dormía.
 Hacía ya tres años, que el trovador había estado alimentando su odio hacia el rey, así que decidió partir al castillo, con la compañía de su fiel laúd, presto a darle al rey, y  a todo Flocceur, una lección que jamás podría olvidar.
 Un día, en la corte, miles de personas, tanto nobles como plebeyos, danzaban al son de la música, luciendo sus mejores galas, festejando el día de la música. Cientos de músicos y de trovadores tocaban, alegrando al rey, y a su amada esposa pero de pronto, René se presentó sin decir palabra alguna, agarrando una silla, y tocando una tétrica obra. Cuando hubo de terminar, se levantó, y exclamó.
-          ¡Se apiade Dios del alma de mi amada hija, y de todos vosotros, rebaño infiel!
Después se fue, y no se supo nada de él. Los próximos días, todo parecía ir bien, hasta que, el desastre se apoderó de Flocceur, la conocida peste negra, terremotos, y la erupción del volcán Montferrier . Los supervivientes, emigraron al norte, y fundaron una gran ciudad en honor a su difunto rey, llamada París.

No hay comentarios:

Publicar un comentario